Un estudio del Hospital Brigham & Women, en Estados Unidos, ha revelado que los cambios en la apariencia de las pastillas de los medicamentos genéricos aumentan significativamente las probabilidades de que los pacientes dejen de tomar sus medicamentos según lo prescrito, según informa 'Archives of Internal Medicine'.
Mientras que los medicamentos genéricos son bioequivalentes clínicamente a la versión de marca, a menudo difieren en sus características físicas, como el color y la forma. Los investigadores han descubierto que algunos pacientes que reciben medicamentos genéricos que varían en su color tienen más del 50 por ciento más de probabilidades de dejar de tomarlo, lo que se traduce en efectos clínicos potencialmente importantes y adversos.
"La apariencia de la píldora hace tiempo que se sospecha está relacionada con adherencia a la medicación, sin embargo, este es el primer análisis empírico en el que se vinculan directamente las características físicas de las píldoras a los comportamientos de adhesión por parte de los pacientes", explicó Aaron S. Kesselheim, profesor asistente de Medicina en la División de Farmacoepidemiología y Farmacoeconomía en el BWH e investigador principal de este estudio.
El profesor Kesselheim señala que los cambios en el color de la píldora aumentan significativamente las probabilidades de que los pacientes dejen de tomar sus medicamentos según las indicaciones, entre otras cuestiones. Los investigadores realizaron un estudio de casos y controles de pacientes que toman fármacos antiepilépticos y compararon las probabilidades de que los pacientes que no siguían su medicación tenían pastillas que diferían en color o forma de las prescripciones anteriores.
Usando una gran base de datos nacional de medicamentos con receta, cuando los investigadores identificaron una rotura en el uso de la droga por parte del paciente, se analizaron los datos de las dos recetas anteriores para ver si eran del mismo color y forma. Los científicos encontraron que las interrupciones ocurrieron significativamente con mayor frecuencia cuando las pastillas tenían un color diferente, a pesar de que las interrupciones en el uso de medicamentos antiepilépticos, incluso durante algunos días, puede aumentar el riesgo de convulsiones y tiene importantes consecuencias médicas y sociales para los pacientes.
"Los pacientes deben ser conscientes de que sus píldoras pueden cambiar de color y forma e incluso que una apariencia diferente de medicamentos genéricos tiene el aprobado de la FDA (agencia norteamericana del medicamento) como bioequivalente a sus homólogos de marca y son seguros para tomar", explica el principal investigador.
Según Kesselheim, los médicos deben ser conscientes de que los cambios en la apariencia de la píldora podría explicar la falta de adherencia a los mismos por parte de sus pacientes y que los farmacéuticos deben informar a los pacientes sobre el cambio de color y de forma cuando cambian de proveedores de genéricos.
Los investigadores reconocen que la adherencia a la medicación es un problema de múltiples facetas, pero sugieren que tomar medidas para permitir (o incluso exigir) la similitud de apariencia entre píldora de marca y genéricos bioequivalentes pueden ofrecer una forma relativamente sencilla de contribuir a una mejor adherencia.
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