Antes de recetar un fármaco nuevo se debe recaudar suficiente información sobre cómo funciona y qué tan seguro es. |
Pero una desastrosa prueba ocurrida en un hospital de Londres en 2006 amenazó con descarrilar todo el sistema en Reino Unido.
El que el caso conocido como "Hombre elefante", seis jóvenes sanos tuvieron que ser tratados por fallo de órgano tras experimentar una reacción grave horas después de haber tomado la droga TGN1412 en un ensayo clínico.
Las primeras pruebas en humanos son en hombres jóvenes y sanos.
Después de ser admitidos en cuidados intensivos, la salud de dos de ellos empeoró. El más afectado perdió los dedos de los pies y manos, y a todos los hombres se les informó que eran propensos a desarrollar algún cáncer o enfermedad autoinmune como consecuencia del medicamento.
En entrevistas posteriores, los hombres describieron que la sensación era como si sus cerebros estuvieran "encendidos" y sus ojos se fueran a salir.
Expertos se apresuraron a decir que el resultado de esta prueba era excepcional y sin precedentes, pero ¿podría volver a pasar?
David Webb, profesor de farmacología clínica y terapéutica de la Universidad de Edimburgo y vice presidente de la Sociedad Farmacológica Británica, considera que "es muy poco probable que pase".
Webb aclara que las cosas han cambiado a mejor desde 2006, tras una serie de recomendaciones hechas en el informe Duff, escrito en respuesta de lo que ocurrió.
"El MHRA (organismo que regula la salud y medicinas en el Reino Unido) ahora asegura la revisión de los datos preclínicos por comités para decidir si la primera dosis suministrada a humanos es la correcta y tiene reglas para detener (el ensayo) si las cosas no salen como se espera".
El experto explica que esto es particularmente importante cuando las pruebas consisten en fármacos que afectan el sistema inmune.
Nada es 100% seguro.