17 normas de etiqueta para los e-mails




En los e-mails, como en las conversaciones cara a cara, hay que saber que mantener las formas. Aunque las leyes de la comunicación por e-mail son, en su mayor parte, normas no escritas, ello no les resta validez y es necesario acatarlas si no queremos vernos metidos en situaciones comprometidas.

Para ponernos sobre la pista sobre lo que es y no es adecuado en la comunicación por correo electrónico, Ragan.com ha publicado las siguientes normas de etiqueta para los e-mails:

1. Escribir mensajes simples y claros. A la hora de redactar un e-mail, hay que atenerse a lo importante y evitar dar rodeos innecesarios. La utilización de frases cortas y listas simplifica además la lectura del e-mail por parte del destinatario.

2. Responder todas las preguntas y ser proactivo. De esta manera, se evita perder tiempo enviando y renviando correos electrónicos a terceros.

3. Responder rápidamente. Lo mejor es responder siempre en un plazo de 24 horas desde la recepción del e-mail.

4. Utilizar fórmulas de cortesía. Aunque se trate de un e-mail informal, es recomendable que éste incluya siempre las palabras “por favor” y “gracias”.

5. No descuidar la ortografía, la gramática y la puntuación. Lo contrario denota falta de profesionalidad.

6. No escribir todo en mayúsculas. Así se fomenta la claridad en la lectura del mensaje.

7. No utilizar fondos especiales, textos de colores y emoticonos. Estos elementos pueden resultar poco profesionales de cara al destinatario del e-mail.

8. Comprobar un par de veces las direcciones de los destinatarios y los documentos adjuntos. De este modo, evitaremos lamentarnos después por difundir información a los destinatarios equivocados.

9. Ser lo más claros posible en el asunto del mensaje. De esta manera, se evita que el destinatario ignore nuestros e-mails.

10. No enviar nunca un e-mail cuando estamos enfadados. Muy probablemente nos arrepintamos después de lo que hemos escrito.

11. No esconderse detrás de un e-mail en caso de conflicto. Si el conflicto es muy grave, hay que apostar por medios de comunicación más directos como el teléfono.

12. No tener miedo de coger el teléfono. La popularidad del e-mail no deja fuera de juego al teléfono.

13. Utilizar el campo CC para dejar claro al destinatario que el mensaje es para su información, pero no para que tome ningún tipo de acción a raíz de su recepción.

14. Emplear el campo CCO para grupos grandes de destinatarios.

15. Usar la fórmula “responder a todos” sólo cuando sea realmente apropiado.

16. Mostrar precaución a la hora de enviar archivos grandes. Es mejor consultar previamente con el destinatario la manera en que a éste le gustaría recibir el archivo.

17. Evitar el sarcasmo y las bromas. El e-mail no siempre es capaz de transmitir al destinatario el significado real de este tipo de humor.

Redes sociales: También una herramienta útil entre médicos y pacientes




¿Tu médico es tecnófobo? La respuesta a esta pregunta empieza a ser un No con más frecuencia. A pesar del estereotipo existente que tacha a los médicos de evitar las nuevas tecnologías con el fin de proteger la privacidad de sus pacientes y también a ellos mismos, lo cierto es que cada vez hay un mayor número de médicos que se lanzan al mundo digital para poder ayudar a sus pacientes de otra forma.

Seguir las tendencias médicas en Twitter, identificar problemas a través de las páginas de Facebook o comunicarse con los pacientes a través del correo electrónico se están convirtiendo en algunas de estas nuevas prácticas que los médicos empiezan a practicar para relacionarse de forma activa con sus pacientes.

Así, a pesar de que aún existen algunos médicos fieles al lápiz y al papel y otros que sí utilizan las nuevas tecnologías con sus colegas pero que no desean relacionarse de esa forma con sus pacientes, la tendencia está en alza en los últimos tiempos. Estudios relacionados con el tema demuestran que los pacientes quieren algo más que quince minutos con el médico o una llamada al final del día.

Un ejemplo de este tipo de práctica es el de la pediatra de Kansas Natasha Burgert, que ofrece consejos para cuidar a los niños tanto en su blog como en su Facebook y en su página de Twitter, aparte de contestar a los correos electrónicos y mensajes al móvil que recibe de los padres. Desde su punto de vista este tipo de herramientas ayudan mucho a su trabajo diario. Para Burgert resulta mucho más sencillo contestar a un correo electrónico o enviar un link de su blog que devolver una llamada. Para los padres también parece ser útil puesto que se responde a muchas dudas que o bien no son vitales o bien no da tiempo a tratarlas en una consulta.

Pero obviamente no todo son ventajas y está claro que este tipo de comunicación también puede dar problemas, un ejemplo de problema que preocupa a los profesionales de la medicina es la difusión de una información errónea. Así, es importante recordar que simplemente se trata de un complemento del servicio ofrecido por los médicos, ni mucho menos implica dejar de acudir a las consultas o sólo confiar en lo que se ve en la Web.

Los médicos que ya han empezado a ofrecer este servicio complementario están de acuerdo al afirmar que se trata de una gran oportunidad de utilizar un canal de comunicación diferente por el que relacionarse con una audiencia interesada en estos temas. Aún así, algunos aspectos resultan complejos para muchos médicos que llevan años ejerciendo la profesión, especialmente la necesidad de reducir sus respuestas a un número determinado de caracteres.

La Asociación Americana de Medicina reconoce los beneficios del uso de las redes sociales, aunque también pide a los médicos que traten de proteger la privacidad de sus pacientes y también que mantengan ciertas distancias con ellos.

Un estudio realizado el pasado verano a 501 médicos escogidos de manera aleatoria mostraba cómo el 20% de ellos se relacionaban con sus pacientes a través del correo electrónico antes que por las redes sociales. Un porcentaje similar tenía páginas Web en las que los pacientes podían programar sus visitas y descargarse resultados de pruebas. Tan sólo un 6% se comunicaba con sus pacientes a través de las redes sociales, aunque se espera que ese número aumente.

Otro estudio publicado en marzo mostraba cómo el 60% de los departamentos de salud del Estado utilizaban Twitter u otras redes sociales, aunque lo hacían principalmente para distribuir información y no para interactuar con los pacientes. Aun así, esta última tendencia podría verse fortalecida con el paso del tiempo suponiendo ciertas ventajas para los pacientes o consulta que pudieran depejarse con una simple aclaración o información médica.

Merck se dirige a las 'start-ups'




El gigante farmacéutico espera aumentar su línea de innovación con nuevos fondos para la investigación biotecnológica en fase inicial.

Los presupuestos de investigación de la industria farmacéutica se están viendo reducidos y en su lugar las grandes empresas del sector están buscando apoyar start-ups biotecnológicas en su etapa inicial. Merck, Eli Lilly y GlaxoSmithKline han anunciado inversiones en este tipo de empresas durante los últimos meses.

Los gigantes farmacéuticos multinacionales están asociándose con empresas de capital de riesgo e incipientes compañías de biotecnología con la esperanza de que esto incentive su línea de desarrollo de fármacos. "Nos dirigimos hacia la innovación externa. Estamos tratando con más académicos y compañías biotecnológicas que nunca", señaló James Schaeffer, director de licencias e investigación externa en Merck Research Laboratories, durante la conferencia C21 de BioVentures en California (Estados Unidos) la semana pasada.

En abril, Merck anunció que invertiría como socio comanditario en un nuevo fondo de biotecnología de 270 millones de dólares (217 millones de euros) reunidos por Flagship Ventures, una firma con sede en Cambridge, Massachusetts (EE.UU.). Merck no elegirá las inversiones, pero asesorará a las empresas recién formadas. El dinero proviene de Merck Research Ventures Fund, un brazo estratégico de capital de riesgo de la compañía por valor de 250 millones de dólares (200 millones de euros) lanzado el pasado septiembre y dirigido a empresas que están en su etapa inicial.

En marzo, Merck anunció que invertiría hasta 90 millones de dólares (72 millones de euros) en la creación de un instituto sin fines de lucro en San Diego (EE.UU.) para traducir proyectos de investigación básica en pruebas conceptuales para un nuevo medicamento o tratamiento. De esta forma, los investigadores externos podrán aprovechar la experiencia de Merck y sus recursos de laboratorio. A cambio, ellos dan a la empresa una opción prioritaria para obtener una licencia comercial exclusiva.

Estas cantidades no son demasiado elevadas puesto que Merck gastó 7.700 millones de dólares (6.190 millones de euros) en investigación y desarrollo en 2011. No obstante, Schaeffer indica que la obtención de financiación interna para proyectos en etapa inicial es difícil hoy día. La mayor parte de esos miles de millones se destinan a promover terapias en ensayos clínicos, que están más cerca de alcanzar la aprobación regulatoria.

La iniciativa de Merck llega en un momento en que las empresas de biotecnología en etapa inicial están luchando por sobrevivir. Muchas firmas de capital de riesgo que solían alimentar a este tipo de start-ups están alejándose de inversiones de alto riesgo en el sector y se centran en compañías en etapas más avanzadas.

Hoy día, hay muy pocas empresas de capital de riesgo que inviertan en start-ups de biotecnología durante su fase inicial, y las que lo hacen buscan la participación de la industria farmacéutica lo más pronto posible. Cuanto más lejos esté de la línea de meta, más difícil es para una start-up encontrar capital en la actualidad, asegura el socio gerente de Flagship Ventures Nubar Afeyan.

Solo 10 empresas de biotecnología recibieron financiación inicial durante el primer trimestre de 2012. Esa es la cifra trimestral más baja desde 1995, según datos de Thomson Reuters de PricewaterhouseCoopers y de la Asociación Nacional de Capital de Riesgo.

Este tipo de fondos que provienen de menos de una docena de grandes empresas farmacéuticas no van a resolver el problema. Según Schaeffer: "No podemos invertir 250 millones en 150 empresas". Además, Schaeffer duda que los esfuerzos de las empresas de financiación de riesgo sean suficientes para salvar la brecha de innovación de aquellas compañías farmacéuticas con perspectivas cada vez más escasas dentro de su línea de ensayos clínicos.

En parte, esto es un círculo vicioso. La mayoría de las empresas de capital de riesgo tradicionales se están alineando para encontrar y vender activos que ya hayan avanzado hasta la etapa de ensayos clínicos. Las compañías farmacéuticas también están obligadas a buscar adquisiciones a corto plazo para sustituir los ingresos de medicamentos cuya patente haya expirado. El medicamento más vendido de Merck, por ejemplo, pierde la protección de patentes en agosto. Mientras tanto, nadie puede permitirse el lujo de financiar start-ups de alto riesgo en etapa inicial que estén a años luz de tener un producto. Y, sin embargo, sin estas start-ups, la línea [de ensayos clínicos] a largo plazo está en peligro de desaparición.

Por ahora, hay pocos indicios de que esto vaya a cambiar. El desarrollo de medicamentos para enfermedades de gran mercado como la diabetes o el alzhéimer ya no resultan una buena apuesta para los inversores de capital de riesgo con la que obtener un beneficio. "Lo que necesitamos es un mecanismo para que los capitalistas de riesgo puedan ganar dinero financiando start-ups en fase inicial", afirma Schaeffer.

Fuente: Technology Review by MIT

Desarollan un fármaco contra el cáncer de mama que emula al 'caballo de Troya'




La farmacéutica suiza Roche ha desarrollado una novedosa terapia contra el cáncer de mama, el TDM-1, que está llamada a "revolucionar" el tratamiento de esta enfermedad ya que, por primera vez, agrupa en una única molécula un agente biológico que hace de "caballo de Troya" o "misil teledirigido" para a una potente quimioterapia que se libera al llegar a la célula tumoral.

Este avance, que ha protagonizado la sesión plenaria del Congreso de la Sociedad Americana de Oncología Médica (ASCO, en sus siglas en inglés) que se está celebrando en Chicago (EE.UU), actúa contra un subtipo del cáncer de mama, el subtipo HER-2 positivo, que representa el 20 por ciento de estos tumores.

No obstante, el mecanismo de acción utilizado representa "una nueva forma de abordar el cáncer", como ha señalado Joan Albanell, del Servicio de Oncología del Hospital del Mar de Barcelona, quien ha participado en el desarrollo en España de esta terapia experimental y no descarta que pueda ampliarse en el futuro como primera opción terapéutica de este tipo de cáncer u en otros en los que también juega un papel clave el HER2, como en los tumores gástricos.

En concreto, la molécula incorpora la terapia biológica que hace 10 años revolucionó el tratamiento de esta enfermedad, trastuzumab, comercializado como 'Herceptin' también por Roche, y recupera la potente quimioterapia DM1, que se desarrolló hace 20 años pero que no se utilizaba desde entonces por la alta toxicidad que conllevaba.

"Es 20 veces más potente que muchas de las quimioterapias que se utilizan actualmente, de ahí que al administrarse de forma convencional los efectos secundarios fueran muy altos", ha explicado Albanell.

Sin embargo, su unión al trastuzumab permite llevar esta quimioterapia hasta la membrana de la célula tumoral y, una vez allí, se libera. "Los beneficios son espectaculares, al tiempo que se minimizan los efectos secundarios para estas pacientes", ha añadido el jefe de la Unidad de Mama del Hospital Vall d'Hebrón de Barcelona, Javier Cortés.