Los teléfonos celulares son idóneos para compartir... bacterias

Todos hemos visto esa mancha grasosa (en la pantalla táctil). Donde hay grasa, hay bichos
Cuando combina la proximidad de un teléfono celular a sus orejas, nariz y boca con su temperatura idónea para las bacterias, el resultado puede ser dañino para su salud.

Este peligro, afirma Jeffrey Cain, presidente de la Academia Estadounidense de Médicos de Familia y jefe de medicina familiar del Hospital de Niños de Colorado, a menudo pasa desapercibido. "Algunas cosas que pensamos que son personales de hecho son más públicas de lo que nos imaginamos". Las bacterias de un teléfono pueden causar gripe, problemas en los ojos o diarrea, dice Cain.

Para la gente que quiere mantener una pantalla táctil limpia, hay discrepancia entre lo que aconsejan los doctores y los investigadores médicos y lo que sugieren los fabricantes de aparatos acerca de su limpieza.

Aunque existen productos que se venden específicamente para limpiar teléfonos móviles, a veces pueden dañar la superficie de la pantalla del teléfono o no quitar 100% de los gérmenes.

Pese a que las computadoras, las llaves, los bolígrafos y los teléfonos de línea pueden albergar gérmenes, los celulares de muchas personas se han convertido en apéndices externos, que nunca están lejos de la almohada, la bicicleta del gimnasio o la mesa del restaurante.

"Estamos alimentando a las pequeñas criaturas", afirma Michael Schmidt, profesor y vicepresidente de microbiología e inmunología de la junta de la Universidad Médica de Carolina del Sur. "Todos hemos visto esa mancha grasosa (en la pantalla táctil). Donde hay grasa, hay bichos".

Claves para superar 'el silencio de la bata blanca'

A menudo la comunicación que se da entre médicos y pacientes falla
Matthew J. Press lo ha sufrido en primera persona tanto desde su perspectiva de médico como de paciente, por eso sabe bien de lo que habla cuando se refiere al "silencio de la bata blanca".

El fenómeno, que impide a muchos pacientes formular sus dudas cuando se encuentran en un entorno sanitario, se debe a una mezcla de ansiedad, intimidación, temor y vulnerabilidad y levanta una auténtica barrera para una adecuada comunicación, subraya el especialista en Salud Pública del Weill Cornell Medical College de Nueva York, que ha acuñado este término utilizando una analogía con la conocida 'hipertensión de la bata blanca' (la elevación de la tensión arterial que sufren muchos enfermos al pisar un centro de salud o un hospital).

"Muchos profesionales probablemente no son conscientes de que el silencio de un paciente durante una visita no siempre supone comprensión. También puede significar que no están entendiendo determinados aspectos de su tratamiento y no se atreven a preguntar", explica a ELMUNDO.es Press, que publica esta semana en 'JAMA' un artículo sobre las dificultades de entedimiento que se dan en las consultas.

La tradicional dinámica paternalista que siguen utilizando muchos profesionales y el temor de los pacientes a ser calificados como "difíciles" si sus preguntas resultan molestas o invasivas en ocasiones crean muros que dificultan esa fluidez de información que resulta necesaria para ambas partes, asegura Press.

Un fármaco contra la calvicie puede ayudar a reducir el consumo de alcohol

La finasterida puede reducir la ingesta y suprimir la preferencia por el alcohol
La finasterida, un fármaco sintético usado para tratar la pérdida de cabello de patrón masculino y la hiperplasia prostática benigna, ha demostrado en roedores que puede reducir la ingesta de alcohol y suprimir la preferencia por el alcohol. Un nuevo estudio, que se publicará en noviembre en 'Alcoholism: Clinical & Experimental Research', ha encontrado también que la mayoría de los hombres con los efectos secundarios sexuales relacionados con este fármaco notó una disminución en su consumo de alcohol.

Los efectos secundarios de la finasterida para el tratamiento de estas dos condiciones pueden incluir el aumento de las tasas de disfunción sexual, como la disminución de la libido y disfunción eréctil, y, de hecho, algunos hombres que han suspendido la medicación siguen sufriendo los efectos secundarios sexuales persistentes.

"Finasterida es un medicamento sintético que se usa para tratar el agrandamiento de próstata en los hombres mayores y también en los hombres más jóvenes con la calvicie de patrón masculino, de los cuales menos cinco por ciento han desarrollado efectos secundarios sexuales. No se ha utilizado para la reducción de alcohol en los seres humanos y nuestro estudio está entre los primeros en ver sus efectos sobre el alcoholismo en humanos", explicó Michael S. Irwig, profesor asistente de medicina en la Universidad George Washington y el único autor del estudio.