La redes sociales han logrado en muy poco tiempo sustituir a los medios tradicionales en muchos aspectos, convirtiéndose en plataformas tanto de información como de formación. Éste es uno de los principales motivos por los que empiezan a ser consideradas importantes por el sector de la salud.
En el caso particular de este sector su uso de ha multiplicado también, tanto en los profesionales como en los centros hospitalarios o en las clínicas privadas. Desde hace menos tiempo las compañías farmacéuticas y tecnológicas también han empezado a ver sus posibilidades comerciales.
Carlos Mendiola, uno de los organizadores del “I Congreso de Redes Sociales para el Sector Salud”, asegura que las claves para que esta unión tenga éxito son compatibilizar el compromiso ético y profesional con aportar contenido de valor, tanto al paciente como a otros profesionales. Para Mediola se trata de la búsqueda del equilibrio entre unos contenidos de valor y el código deontológico.
A pesar del rápido avance que están teniendo las redes y todas son ventajas, también hay ciertas desventajas que frenan un poco a los profesionales, en el caso del sector de la salud estos inconvenientes son el temor a la difusión de mala información e idear cómo corregirla. Pensando en estos problemas sus profesionales barajan la posibilidad de desarrollar sellos de calidad u homologaciones para dar credibilidad a determinados canales.
Aún así, los expertos insisten en que los usuarios no deben verlo como una sustitución de su médico en todo sino más bien como un complemento de su servicio, es decir, no implica dejar de acudir presencialmente.
A pesar de que aún queden cosas por pulir, es innegable que estamos ante la apertura de un nuevo camino en la atención de los pacientes. En muchos casos existe la posibilidad de contactar con especialistas a los que contarles un determinado problema, y ya hay muchos médicos que se han apuntado a esta versión 2.0 para poder ayudar a sus pacientes. Además, las asociaciones de pacientes también se encargan de ayudarles poniéndoles en contacto con otras personas en una situación similar.
Eso sí, una vez que decidimos formar parte de las redes sociales debemos decidir también en qué plataformas estar presentes y cómo. A pesar de que se trata de una decisión que debe tomar cada entidad, lo que deben tener todas claro es que no puede darse la información de igual manera en Facebook, twitter o LinkedIn puesto que son plataformas distintas y tienen distintos fines, otro posicionamiento.
Debemos tener claro que informar adecuadamente sobre la salud en Internet es fundamental puesto que muchas personas realizan consultas por ese medio y hay que estar ahí para ellas. Según un estudio reciente siete de cada diez personas consulta información en redes sociales y buscadores sobre salud, un porcentaje bastante elevado.
Entre las iniciativas sanitarias que ya funcionan en las redes sociales destaca la Asociación Española Contra el Cáncer, con más de 6.000 usuarios registrados en la Web y 70.000 fans en Facebook.
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