El futuro de las compañías farmacéuticas también depende del éxito de sus fondos de capital riesgo

El compromiso de la industria farmacéutica innovadora con la búsqueda de soluciones para los problemas de salud que aún no se han resuelto ha trascendido ya los límites que les impone su propia capacidad. Así, además de que muchos de los laboratorios invierten cerca del 20 por ciento de sus ventas en la investigación y el desarrollo de nuevos medicamentos, dispositivos médicos o métodos de diagnóstico, estos se han lanzado también a la constitución de fondos de capital riesgo para financiar los proyectos innovadores de compañías de pequeño tamaño que pueden posteriormente ser absorbidos por las big pharma.

En este sentido, cabe destacar a la suiza Novartis, pionera en este ámbito con el lanzamiento en 1996 de un fondo con doble vertiente. Por un lado, el Novartis Venture Fund, dotado de 543 millones de euros para la financiación de empresas que tengan proyectos semilla o en fases más avanzadas.

"Buscamos sobre todo compañías verdaderamente innovadoras que operen en Europa o Estados Unidos", confirman desde Novartis. Por otro, el laboratorio con sede en Basilea puso en marcha el Novartis Option Fund, que cuenta con 155 millones de euros dispuestos para dar soporte a compañías incipientes.



Hasta ahora, han sido un total de 65 los pequeños laboratorios que se han beneficiado de los fondos de Novartis, una cifra similar a la que acumula el otro 'gigante' suizo, Roche, que podría haber dado apoyo a unas 60 compañías a través de la formación del Roche Venture Fund en 2002 (antes ya hacía aportaciones de capital a otras compañías mediante la firma de contratos de colaboración). El fondo de Roche, que asciende a los 412,9 millones de euros, está dirigido a compañías biotecnológicas y de diagnóstico de Norteamérica, Europa y la región Asia-Pacífico. De momento, son 30 empresas las que se benefician.

Además de las coincidencias señaladas entre las entidades financieras de estas dos empresas, ambas confirmaron a EG su renuncia a un asiento en el consejo de administración de las entidades que reciben sus fondos. Aunque, según indicaron, sí toman parte activa en los mismos para mantenerse informadas de las decisiones que se toman en su seno y poder así reorientar sus inversiones en caso de que comprueben que la deriva que adoptan no es de su conveniencia.

Otro de los fondos más ricos a nivel cuantitativo es el de Pfizer. Bajo el cartel de Pfizer Venture Investments, la firma norteamericana destina 38,7 millones de euros anuales a aportar capital a pequeñas compañías, más o menos asentadas, que generen innovaciones y puedan contribuir así a engrosar su portfolio. En total, el laboratorio ha podido invertir unos 348 millones de euros, ya que se creó en 2004.

Del resto de las firmas que, bien han accedido a la solicitud de información de EG, bien tienen disponibles estos datos en su web, destaca la alemana Boehringer Ingelheim, que apenas acumula un par de años en la financiación de otras compañías, para lo cual lanzó el Boehringer Ingelheim Venture Fund (BIVF) en marzo de 2010.

Con una dotación de 100 millones de euros, este fondo se dirige a compañías biotecnológicas y start up cuyos proyectos son considerados atractivos por los expertos del BIVF. Pese a que, como indican fuentes del laboratorio, "el capital presupuestado inicialmente aún no se ha agotado", los planes de la firma germana pasan por obtener rentabilidad de los proyectos financiados para seguir alimentando de recursos monetarios al fondo de inversión.

Pese a que, como se ha visto, existen muchos puntos en común entre las iniciativas de las distintas compañías, lo cierto es que también hay muchos puntos discordantes, entre los que destacan la cantidad inicial que están dispuestas a inyectar en cada compañía, la cantidad máxima a financiar, así como el objetivo estratégico de las inversiones o las áreas de actividad a las que van dirigidas.

Inyección inicial

Novartis Venture Fund, concretamente, apuesta por la prudencia con inversiones iniciales que no alcanzan los 100.000 euros. Eso sí, por contra, es la que más lejos está dispuesta a llegar, con una aportación total que puede quedar por encima de los 15 millones de euros. Un tope similar al que impone a sus clientes el Boehringer Ingelheim Venture Fund, aunque parte de una aportación de capital mínima inicial que ronda los dos millones de euros. El fondo de capital riesgo de Roche, por su parte, prevé unas inyecciones iniciales que no alcanzan el millón de euros y el de Pfizer considera los diez millones como una cantidad razonable para todo el ciclo de vida de cada proyecto.

En cuanto a las áreas de actividad que más interesan a las compañías, dentro de las que tienen lugar en el seno de la industria sanitaria, están, como se ha señalado anteriormente, las empresas que operan en el desarrollo de nuevos medicamentos, dispositivos médicos, herramientas de diagnóstico, sistemas de secuenciación genética, servicios farmacéuticos, así como nuevas tecnologías para la investigación y el desarrollo de nuevos fármacos.

Gracias a estas inversiones, las compañías pueden enriquecer sus catálogos de productos. En el área farmacéutica, concretamente, mediante dos vías. Por un lado, la ampliación del portfolio en las áreas que ya son prioritarias para las propias compañías. Por otro, la diversificación de esas mismas áreas hacia otras que puedan ofrecer un mayor potencial futuro para las compañías en función de las necesidades terapéuticas.

En el caso de Roche, por ejemplo, lo tienen claro: la idea es dinamizar su cartera de productos actual con nuevos componentes pero en las mismas áreas. En cambio, otras como Novartis, Boehringer Ingelheim y Pfizer han optado por ambas opciones, la de acumular nuevos productos en las áreas que ya son estratégicas y, por otro lado, explorar otras vías que puedan ofrecerles una mayor rentabilidad en los próximos lustros.

Otras compañías farmacéuticas que disponen de estos fondos son Abbott y Johnson & Johnson. La primera ha puesto en marcha Abbott Biotech Ventures y Abbott Ventures para dar soporte financiero a compañías biotecnológicas y farmacéuticas de pequeño tamaño, para lo cual requiere participación en el consejo de administración de las mismas pese a que siempre se mantendrá como un accionista minoritario. La segunda ha creado Johnson & Johnson Development Corporation, que incluye la posibilidad de sindicarse también con otras entidades para la financiación.

Fuente: El Global Net

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